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Atacama. Agua, Futuro y Vida.

lunes, 5 de abril de 2010 Leave a Comment

Por: Francisco Astudillo Pizarro
Nuestra región pasa por una situación hídrica compleja, la carencia de agua es ya aguda y amenaza con acentuarse en el futuro de corto y mediano plazo de no tomarse medidas radicales al respecto.

El agua es y siempre ha sido en nuestro norte un bien muy preciado, sus propiedades permiten la vida en el desierto el desarrollo de asentamientos y las actividades productivas. Nuestras comunidades deben ser re educadas en la valoración y el cuidado de este vital recurso para resguardar el suministro de agua para nuestras nortinas comunidades.

Varios son los factores que configuran nuestra actual situación hídrica, algunos de tipo climatológico (sequía por falta de aguas lluvias) otras de tipo económico productivo (consumo hídrico por la industria minera y frutícola). Ante una situación como la que nos aqueja debemos actuar como comunidad en todos los niveles colectivos, tanto desde lo institucional como también del ámbito comunitario y por cierto productivo, es cierto que un consenso de este tipo se devela como un desafío no sencillo puesto requiere de el acuerdo de sectores que pueden tener intereses que se enfrenten pero también es cierto que si no se llega a definir un programa hídrico para la región todos los sectores de nuestras localidades se verán afectados en sus actividades.

Es un hecho de la causa que las precipitaciones han disminuido acercándose peligrosamente a la ausencia de lluvias lo que afecta los niveles de las aguas colectadas. En ese sentido se entienden las bajas en los niveles del Tranque Lautaro han llegado a niveles críticos en los últimos tiempos afectando los requerimientos de agua del valle de Copiapó. Mejor es la situación del embalse Santa Juana el que si bien posee agua sus niveles no son elevados sin embargo la situación del valle del Huasco es considerablemente mejor hídricamente que la de Copiapó y su valle.

Respecto de la escasez de agua debido a la extracción de agua por parte de la industria minera y vitivinícola del valle de Copiapó la evidencia es patente, el lecho seco del Río Copiapó da cuenta de que ambas industrias nos han dejado sin agua, sin río. El agua de nuestro valle ha sido usada en beneficio de sus actividades empresariales secando nuestro río, deshidratando la vida y verdor de nuestro valle. Claramente hizo falta una defensa política del agua como bien de uso público años atrás, una medida ausente que de haber existido podría haber salvado nuestro río.

Se ha privilegiado a las empresas y se ha puesto en riesgo el consumo de la población. Las crecientes necesidades del desarrollo industrial de la minería en nuestra región han incrementado la demanda gran minera por el agua, aumentando por consiguiente su utilización para dichos fines. Sumado a esto el crecimiento de las viñas en el valle se devela surrealista ante la más ligera de las miradas a su paisaje, las viñas lo inundan todo, llegan prácticamente hasta la medianía de los cerros, a terrenos nunca cultivados, nunca hidratados por la humedad del valle. Hoy las viñas han invadido territorios que antes eran rocosos, mineralosos significando demanda por agua para regar terrenos que nunca han sido hidratados en desmedro de la humedad de todo el valle. La mezcla de situaciones como las descritas configura el triste escenario de la sequedad de nuestro valle, del lecho seco de nuestro río.

En el valle del Huasco, sobre este bastión orgulloso del agua en nuestra región la amenaza pasea su sombra. El polémico proyecto minero de la transnacional Barrick amenaza con afectar tanto el río como las napas. Los estudios de exploración ya tuvieron efectos sobre los glaciares que nutren el río Huasco y los restantes trabajos programados pueden acentuar dicho efecto. Además el tratamiento de las partículas de oro utilizado en esta explotación utiliza elementos químicos que amenazan con contaminar las napas y por cierto ante el menor descuido el río Huasco, ante esto comunidades organizadas de agricultores y comuneros Diaguitas se han organizado para socializar las implicancias nefastas del proyecto pero no han podido romper el serco informativo de la prensa financiada por Barrick así como también la apatía de gran parte de la población que se resiste a entender o cuando menos a discutir el proyecto minero como un problema.

El agua no se vende por monedas de oro, no es buen negocio para nuestras localidades el pan para hoy, sed para mañana…………. Empleo, notebooks y Wi-Fi para hoy y un lecho seco o contaminado para mañana.





1 comentarios »

  • Anónimo said:  

    El agua debe ser para la gente las empresas debiesen conseguirse su propia agua.

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