Sobre la Revolución Constituyente II

lunes, 26 de abril de 2010 Leave a Comment


 Por Claudio Guaita.
El impacto de una revolución en el Chile de mediados del siglo XIX, habría sido totalmente gravitatorio para la elaboración de la conciencia que el país iría desarrollando en las décadas posteriores. Lo anterior habría implicado la caída de instituciones que fueron puntales para el ideario de chilenidad que se había comenzado a construir, incluso antes del período de independencia. A lo anterior, y en consideración a las ideas liberales que promulgaba Gallo, las instituciones eclesiásticas y políticas-familiares, que fueron parte integral de las clases aristocráticas del país, y su concepción de centralidad en la distribución del poder como una herramienta de consolidación y perpetuación del mismo, se habrían visto seriamente afectadas.
Pensemos que la Latinoamérica de mediado de siglo XIX era un polvorín de ideales y caudillos, cada cual con su propia concepción de Estado, el cual, más temprano que tarde había comenzado, hacían décadas, a mostrar los vicios propios de las ambiciones humanas.
Considerando las características en las que se dio la independencia, donde la integración de fuerzas de varios países combatió en contra de un enemigo común –España- y el ideario de Simón bolívar resonaba fuerte aún en los oídos de Latinoamérica, no cabe duda, que un movimiento revolucionario de proporciones hubiera tenido repercusiones a nivel latinoamericano. El mismo caso del movimiento atacameño estuvo fuertemente influenciado por idealistas argentinos llegados a La Serena, como bien lo plantea don Arturo Volantines y fueron varios trasandinos los que participaron posteriormente en el conflicto armado liderado por Pedro León Gallo, como por ejemplo Anselmo Caravantes.
Opino que, en consideración al contexto geopolítico de la época y las relaciones comerciales que se desarrollaban en Atacama, una revolución, como La Constituyente, de alta connotación en Chile,  habría establecido un precedente a nivel latinoamericano. Hay que pensar que la principal fuente de riqueza de la economía nacional estaba concentrada en Chañarcillo y cualquier fenómeno social que naciera en relación al mineral tendría un impacto tanto en lo económico como en lo social a nivel nacional, el que podría haberse extrapolado a nivel internacional. A la vez se había generado una vertientes de ideas venidas desde el otro lado de los Andes  y las ciudades de La Serena y Concepción también reaccionaron a las injusticias que el gobierno totalitario de Montt venia desarrollando. Al mismo tiempo, geográficamente, el mapa político aún no adquiría la forma actual -modificada luego de la guerra del pacifico- y Atacama era la primera región del país, puerta de entrada del norte. Hacia 1859, ya existían nociones sobre las potencialidades del salitre y del guano que existían más allá de Atacama, y cualquier región de ideas regionalistas, descentralizada, libre y con un amplio poder económico habría sido un fuerte obstáculo para cualquier propensión expansionista de las clases aristocrática-burguesas centralistas de la época.
La fuerza con que se reaccionó ante la Revolución Constituyente, da la premisa para pensar sobre la posibilidad, hipotética, de que cualquier sistema político revolucionario que se instaurara en una región tan estratégica para el país, como era Atacama, no sólo afectaba todo el sistema social imperante, sino que coartaba cualquier posibilidad de expansión que estuvieran cuajando la burguesía Santiaguina junto a inversionistas ingleses. Hubiera sido muy complejo tomar cualquier iniciativa bélica con Atacama como región de cabecera, ya que las demandas que se hubiesen colocado desde el norte hubieran condicionado, quizás de una forma muy incómoda, a toda la maquinaria bélica que Chile preparaba.


1 comentarios »

  • Anónimo said:  

    me parece que deberia darsele una vuelta al tema, con ojos actuales el tema se ve romanticon, pero a la luz de antecedentes objetivos.historicos el tema no esta acabado y el tema de La Repubica, con todos sus altibajos es un tema. (ver Salazar, Pinto, y otros)

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