Ejes Atacama'59

martes, 14 de julio de 2009 1 comentarios

 Por Francisco Astudillo Pizarro.

Atacama59 surge como una iniciativa para reivindicar el legado histórico regional y de esta manera ayudar en la reconstrucción de una identidad cultural en la región a propósito de nuestra memoria histórica. Pero Atacama59 es una organización que mira al futuro y que se pronuncia sobre la contingencia y los desafíos que la globalización nos pone en el camino.
Sobre los ejes en los que Atacama59 construye discurso y acción podemos decir……..
La identidad y para nosotros el fortalecimiento de esta pasa por una serie de elementos (memoria histórica, cultura y ciencias sociales) entre los que el primero es la memoria histórica regional. El rescate de nuestra memoria colectiva y el trabajo de investigación y recolección así como también la sistematización y difusión del material bibliográfico sobre nuestra historia regional es una de las principales misiones de nuestra revista digital.
La revolución Constituyente de 1859 es en ese sentido nuestra inspiración simbólica en esta tarea ya que es nuestro principal hito histórico y nos dota de espíritu y contenido simbólico y además porque el tratamiento de nuestra historia desde el mundo académico centralista es un ejemplo de mutilación histórico al ser borrada y menospreciada en la historia oficial. Nuestro quehacer está orientado a difundir este hito histórico entre nuestra comunidad y de esta manera generar identidad y arraigo entre nuestra gente y nuestro lugar y nuestro tiempo, ayudando a fortalecer y promover la capacidad de autoconcepción histórica en nuestra gente.
Pero nuestra revista no se acaba en la recopilación historiográfica regional es por eso que nuestro segundo elemento de nuestro eje identidad es la cultura y para eso……..
Queremos ser un espacio de difusión de las obras culturales realizadas por los ciudadanos de la región de Atacama de esta forma Atacama59 busca ser un espacio para la expresión de la poesía y la narrativa regional, más allá de las temáticas de las obras es un punto de encuentro y difusión de las mismas.
De la misma forma con el teatro y la música de nuestra región, todo en la orientación de fortalecer la valorización de lo local contribuyendo a la creación de redes de difusión, distribución y consumo de obras culturales creadas por nuestra gente.
De la forma que en la producción cultural queremos hacer lo mismo con la producción intelectual en ciencias sociales contribuyendo a difundir y publicar trabajos del área a través de nuestro espacio virtual. Promoviendo la producción de conocimiento y el sano debate de ideas que abran cada vez más las puertas de un real progreso y combatir la hegemonía académica centralista y positivista.
Nuestro segundo eje es la equidad como valor, Atacama59 está a favor de un desarrollo económico y social con énfasis en la reducción de las enormes desigualdades de nuestro país fruto de la mounstrosa distribución del ingreso de nuestro modelo económico.
En esa dirección desde nuestra labor editorial tanto en cultura como en ciencias sociales nuestro trabajo representa nuestros ideales de equidad social, cultural y económica para nuestro país.
Nuestro tercer eje es el desarrollo sustentable y la defensa de nuestro patrimonio natural materializados en una voz crítica ante la destructora maquinaria del falso progreso.
El patrimonio natural de nuestra región es una de los lineamientos temáticos de nuestra revista digital puesto nuestro interés es fomentar el conocimiento de nuestro patrimonio natural de la región y con este conocimiento también la conciencia ambiental entre nuestra gente para proteger nuestro medio ambiente.
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Sobre el peso constituyente

Por Claudio Guaita
Al pasar los primeros meses del año 1859 el movimiento liderado por Pedro León Gallo adquiría todas las características de Revolución, con lo cual, el corte de las comunicaciones fue una de las primeras medidas de presión, instauradas por parte del gobierno de Manuel Mont, que se declararon en contra de la revolución.
Acá se dieron dos situaciones de convergencia; por un lado la circulación del metálico hacia la ciudad de Copiapó se detiene. El ingreso de pesos oficiales se interrumpe con la esperanza de hacer entrar en colapso la economía regional y con ellos lograr diluir y separar las fuerzas Revolucionarias. Para esa época, el Chile de 1859, existía un sistema monetario bimetálico, esto significaba que existan dos tipos de monedas circulando: monedas de oro y monedas de plata. Las monedas de oro eran usadas para transacciones de gran envergadura y las de plata para las transacciones pequeñas amplitud, como por ejemplo las compras de sustentos básicos para la vida diaria. El no ingreso de las monedas de plata generaba una alteración en la economía local, y esto sucedía porque las pequeñas transacciones se veían diezmadas por la falta de circulante, llevando a cualquier tipo de compra y venta, y en especial a las de primera necesidad a su alteración, generando con esto, un problema que no era menor para las aspiraciones de la Revolución.
Como contraparte a esta forma de presión por parte del gobierno de Manuel Montt, los Cópianos deciden desarrollar su propio circulante; tras el financiamiento de la familia Gallo Goyenechea, el apoyo de los fondos municipales, arcas fiscales y de la junta de minería se acuñan más de 400.000 monedas de plata, las cuales, pasarían a reemplazar al metálico oficial, con éstas monedas de plata, y cuya ley era muchísima más alta que de los pesos oficiales, lograban solucionar el grave problema económico que significaba quedar sin circulante y así nace lo que se conocería como el “Peso Constituyente.” A la vez se decide disminuir y por último detener las embarcaciones de plata hacia Santiago con el fin de tratar de colapsar, en una vuelta de mano, el sistema monetario que manejaba el Estado de Chile y el cual dependía casi absolutamente de la plata que se explotaba en el “Mineral de Chañarcillo.”
El peso constituyente se diseño y se construyó en la antigua fundición perteneciente al ciudadano argentino Alejo Molina. Esta antigua fundición de herrería ubicada en calle O’Higgins esquina Chacabuco -donde actualmente se encuentra el paseo de la cultura- fue el lugar donde se acuñaron los 400.000 ejemplares del Peso Constituyente los que estuvieron bajo la dirección del ingeniero Anselmo Carabantes. Desde esta fundición fue que se confeccionaron los Pesos Constituyentes y posteriormente los cañones de la Revolución.
Construir los Pesos Constituyentes fue una enorme tarea y un reto bastante complejo para el ingeniero Carabantes. Junto con la ayuda de Juan Meliton Van Buren y los hermanos de nacionalidad inglesa Archivald y Joseph Brower tuvieron que sistematizar la acuñación de monedas a través del trabajo de una fragua, hornos y un ventilador que trabajo gracias a la modificación de una maquina a vapor especialmente acondicionada para los objetivos de la Revolución. El diseño de la moneda pertenece a un joyero y relojero Frances que trabajó en la ciudad y cuyo nombre no se ha podido, aún, averiguar.
Tres días se demoraron en presentar los primeros doce diseños de monedas a Pedro León Gallo que se encontraba en el campamento de Pichincha. Luego de la definición del modelo final se comenzó la acuñación masiva de la nueva moneda la que debería solucionar el problema que había generado la medida del entonces presidente Manuel Mont. Este hecho es una de las piezas fundamentales dentro del concepto de Revolución. El diseño de un sistema monetario paralelo no había tenido -ni tuvo- paralelo en la historia de Chile y es uno de las vertientes que confirma la intencionalidad del movimiento como una Revolución y la aleja de la representación de “movimiento armado” que se la ha intentado otorgar en la literatura oficial. A esto debemos agregar la visión laica del movimiento, lo cual, en el futuro, sería uno de los factores por los cuales, los liberales rojos donde pertenecía Pedro León Gallo, serian traicionados por los liberales conservadores que apoyaban a la iglesia.
El Peso Constituyente se distribuyó al público a través del encargo de que se podía realizar a la casa de monedas que se había creado en Copiapó. Esto era: cada ciudadano podía pedir una cantidad de pesos constituyentes para lo cual debía o podía presentar su mineral de plata. Este mineral era pasado por el ensayo de metales para definir su ley, y si era apto se aceptaba y del total de las monedas que se acuñaban, se debía cancelar una comisión del 6% para los operarios monederos norteamericanos. De los 400.000 pesos constituyentes que se acuñaron en la fundición Alejo Molina cerca de $300.000 fueron administrados a particulares y $100.000 al ejército.
El sistema económico que se desarrollo al interior de Copiapó fue un movimiento estratégico, complejo, valiente, vanguardista y el cual alcanzó a las ciudades de Caldera y Vallenar. Para que esto trascendiera hacían falta dos condiciones fundamentales. Primero: la visión global del sentido de la Revolución, o sea, la orientación sistemática de los pasos a seguir para lograr la meta: derrocar al presidente Manuel Mont, quebrar al gobierno despótico y autoritario y potenciar a las provincias, principales subsidiarias del Estado; y segundo la creencia del pueblo y la fe, que estos tenían, hacia los lideres de la Revolución Constituyente, es especial en la figura de Pedro León Gallo lo cual no fue resultado ni de inmensas campañas populistas ni de inversiones desproporcionadas en publicidad como se ve en la actualidad en las campañas políticas… sólo fue la respuesta a una situación integral de la región, a una coherencia en los sentimientos sobre la civilidad que nos corresponde como Atacameños lo que llevó al pueblo a organizarse a tal nivel -hecho único en la historia de nuestro país, sin analogías- y demostrar las capacidades tanto económicas, intelectuales y administrativas que existían en la región de Atacama.
Esto fue la muestra sustentable de unas los objetivos más ocultos de la Revolución: la instauración de un sistema Federalista en Chile. Una de las ideas que en Chile -¿Acaso hoy no?- desde los días del presidente Ramón Freire y del legislador José Miguel Infante por allá en el año 1826.
Este sistema monetario comenzó a desaparecer luego de la batalla de Cerro Grande, la que se dio a cabo el 29 de abril de 1859. Los Revolucionarios quedaron vencidos ante el ejército Chileno dando fin al sueño revolucionario de Pedro León Gallo. A pesar de que parte de los objetivos se lograron, por ejemplo Manuel Mont tuvo que renunciar a la idea de perpetuar su legado a través de Antonio Varas y dar el paso a José Joaquín Pérez para la instauración de los gobiernos liberales, las ideas más profundas de la revolución quedaron olvidadas tanto de la memoria de los copiapinos como de los libros oficiales. Una de las primeras medidas del gobierno de Manuel Montt en contra del peso constituyente fue penalizar su uso bajo la acusación de falsificación y desobediencia.
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El Peso Constituyente

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Sobre Marmaduke Grove

 Por Claudio Guaita.
Quizás, junto con Pedro León Gallo, uno de los copiapinos más radicales con los que cuenta la historia de Atacama. Vástago del matrimonio conformado por don José Grove Abalos y doña Ana Vallejos Burgoa, nace en Copiapó en 1878. De sangre rebelde e inconformista, quizás heredada de su padre quien, durante el gobierno del presidente Balmaceda fue desterrado del país por actividades opositoras, fue expulsado de la escuela naval en el último año de su carrera, donde entró en 1892. En 1897 entra a la escuela militar donde conocería a uno de los personajes más oscuro de este país: el presidente don Carlos Ibáñez del Campo. Grove fue uno de los cabecillas de los sucesos conocidos como “ruido de sables” en 1923 y uno de los fundadores del partido socialista de Chile en 1932. Su biografía es una de las más apasionantes historias políticas de los personajes que fueron testigos de esos convulsionados días de la historia de Chile conocidos como la República Socialista. La biografía completa podrá ser leída en revista Atacama’59, próximamente, en nuestro segundo número.
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Marmaduke Grove y la Revolución Socialista de1932.mov


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